viernes, 18 de febrero de 2011

Presunto Culpable Cortometraje Hecho en Mexico

Les comparto una Nota del diario Milenio sobre el tema:

El 12 de diciembre de 2005 Antonio Zúñiga, un comerciante de 26 años, fue arrestado por dos policías al cruzar una calle en la Ciudad de México. Varios días más tarde, ya en la cárcel, supo la razón: era acusado de matar a un miembro de una pandilla de su barrio. Las pruebas balísticas demostraron que no había usado ese día un arma de fuego. Varios testigos afirmaron que, al ocurrir el asesinato, trabajaba en su tienda de videos, muy lejos del lugar del crimen. Zúñiga ni siquiera conocía al muerto. Pero había sido señalado —no en su primera declaración ni en la segunda, sino en la tercera— por una persona que jamás había visto: un primo de la víctima. Y fue condenado por un juez a 20 años de prisión.




El caso de Zúñiga no es inusual en México. La incompetencia del sistema judicial hace que muchos culpables estén libres, pero la arbitrariedad hace que muchos inocentes estén presos. Ser sospechoso es una desgracia: 87 por ciento de quienes son acusados son sentenciados. “La mayoría de los policías son juzgados por el número de arrestos que hacen, independientemente de que arresten a la persona correcta”, dijo la abogada que vio el caso de Zúñiga en el artículo en que me baso para escribir esta historia, publicado en el Wall Street Journal. “Lo mismo es posible decir de los jueces. ¿Quieres tener una exitosa carrera? Acusa, acusa, acusa, dijo un juez de la ciudad de México” (WSJ, 17-10-2010).



Zúñiga estaría hoy en la cárcel, en una celda, rodeado de 20 personas, durmiendo en el suelo, entre cucarachas, de no haber sido por un golpe de suerte. Al buscar fondos para que pudiera comer en la cárcel, su esposa, Eva Gutiérrez, dio con un muchacho que había sido injustamente acusado de robar un automóvil en 2005. El muchacho había sido liberado gracias a un documental de 14 minutos sobre el sistema judicial en México que lo ponía de ejemplo, realizado por Roberto Hernández y Layda Negrete, una pareja de abogados que conocieron el caso de Zúñiga poco antes de salir a estudiar un doctorado en la universidad de Berkeley. Aceptaron ver el caso y ganaron un nuevo juicio y tuvieron la suerte de que un oficial los autorizara a filmar el proceso, que duró un año. Es el tema de la película que será estrenada este viernes en México: Presunto culpable.



Zúñiga fue condenado en el segundo juicio por el juez que lo había ya condenado, que no consideró importante el hecho de que el único testigo que lo acusaba, en un careo, se retractó, aceptó no haberlo visto cometer el crimen. Entonces sus abogados, que luchan porque sea posible filmar todos los casos, utilizaron la filmación para apelar la sentencia. En México los juicios no son públicos. Los jueces normalmente no conocen ni de vista a los acusados: todo el proceso está basado en expedientes, que languidecen en el polvo de los archivos judiciales. La filmación, en este caso, encontró la verdad y exigió aplicar la ley: el acusado salió libre. Pero logró algo más: una cinta que, además de ser un notable documental sobre el sistema de justicia en México, es una película fuera de serie, en parte por la fuerza y el carisma de los protagonistas, Antonio Zúñiga y Eva Gutiérrez, que hoy viven escondidos por miedo a las represalias del sistema que retrata Presunto culpable.



La película fue mostrada por primera vez en septiembre de 2010 en el Festival de Cine de Toronto. No me parece mejor forma de haber celebrado el mes de la Patria y el año del Bicentenario que con una película hecha por mexicanos que luchan por mejorar la justicia en México. Zúñiga permaneció dos años y medio en la cárcel, donde dice que en cada celda, entre los culpables, estaban siempre los inocentitos, que todo mundo conocía: había normalmente dos o tres en cada celda. En México, los culpables deben estar presos. Y los inocentes, por supuesto, deben estar libres. Todos los inocentes, los que conocemos por los medios, aunque sean incómodos, y los miles y miles que desconocemos porque no han tenido la suerte de ser filmados.



ctello@milenio.com
 
 
 
Realmente se antoja ver este corto  aunque todos conocemos los problemas del sistema judicial mexicano, no sabemos hasta donde es el problema solo cuando lo vivimos o bien cuando se ve reflejado de una manera cruda en una pelicula o en este caso en un corto.   Tengo que verlo  Rosy

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que onda con esto yo tambien tengo una persona conocida cercana que fue acusada de violacion por unas mujeres que nunca habia visto, luego lo acusaron de robo estando el ya en la carcel y despues de casi 15 años en prision salio libre aunque no se si algun dia pueden llegar a ser realmente libres por que tanto la autoridad como la sociedad no los deja en paz

Natania dijo...

Tamaña in-justicia la que se aplica en México,será posible que algún día se puedan reparar éstas ofensas?

Alan Faena dijo...

la verdad que es una lástima que se hagan estas cosas con el arte

domina tu organismo dijo...

Que lastima que estas cosas sigan pasando

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